"En nuestras clases de Educación Física, los estudiantes participan activamente en experiencias de aprendizaje donde el movimiento se convierte en una herramienta fundamental para su desarrollo integral.
No solo buscamos fortalecer sus habilidades motrices, sino también potenciar aspectos cognitivos, emocionales y sociales que son esenciales para su crecimiento cada sesión, se genera un ambiente lúdico, desafiante y motivador, donde los niños y niñas aprenden a conocer su cuerpo, explorar sus capacidades y superar desafíos de manera progresiva y segura. A través de propuestas dinámicas, se promueve el trabajo en equipo, la perseverancia, la autoconfianza y la creatividad.
Uno de los enfoques principales ha sido la adaptación de habilidades gimnásticas básicas, tales como la voltereta hacia adelante, el equilibrio en diferentes planos y posturas, así como ejercicios de flexibilidad y coordinación. Estas actividades se presentan en forma de circuitos motores, los cuales están cuidadosamente diseñados para estimular la motricidad gruesa y fina.
Además, los estudiantes exploran su entorno y su imaginación a través del juego simbólico y el movimiento creativo, donde deben desplazarse como diferentes animales, rodar, saltar, reptar o trepar, lo que favorece la conciencia corporal y espacial.
Este proceso de enseñanza y aprendizaje pone al estudiante en el centro, respetando sus tiempos, necesidades, y reconociendo que el movimiento es una forma natural y esencial de aprender en la infancia. A través de cada actividad, se fortalecen no solo las habilidades físicas, sino también la autoestima, la concentración, la comunicación y la capacidad de resolver situaciones de forma creativa y autónoma".
